El seguro de vida se caracteriza porque recae sobre los riesgos que pueden afectar a las personas en su existencia, integridad personal, salud, o vigor vital, donde el pago de la cantidad pactada en el contrato depende del fallecimiento o supervivencia del asegurado.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.