Principalmente pueden adoptarse las siguientes actitudes ante el riesgo: a. Indiferencia. Cuando el sujeto asume el riesgo, sin adoptar medida alguna para frenar las consecuencias dañosas que el acontecimiento del riesgo pueda causar. Se convierte en su propio respaldo económico y soporta con su patrimonio las consecuencias económicas de accidentes que afecten a sus bienes, actividad o a su propia persona o grupo familiar.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.