Mientras más información posea el inversionista sobre una acción, en mejores condiciones se hallará para tomar la decisión de vender o no vender. Algunos consideran que se trata de una ciencia, aunque otros admiten que en esta decisión hay implícito también un arte, o lo que muchos llamarían "olfato" . Desafortunadamente hay personas que se sienten tentadas a vender una acción movidas por el pánico. Y esta es una de las primeras máximas: nunca venda dejándose dominar por el miedo. Quienes reaccionan así venden en cuanto la acción empieza a descender o cuando el mercado en pleno lo hace. O sea, venden guiados por la emoción más que por la razón. Y ese es precisamente el impulso que han aprendido a refrenar los inversionistas exitosos.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.