Los seguros contra incendio cubren, además de las pérdidas materiales y daños directamente producidos por el fuego, los que se derivan de su extinción, dependiendo exactamente del alcance de la cobertura de tal manera que todo lo realmente importante quede incluido en la póliza.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.