Es una técnica empleada mayoritariamente por gestores de fondos e instituciones para reducir o eliminar el riesgo que se deriva de la fluctuación del precio del activo subyacente. Por ejemplo: un gestor que tuviera una posición compradora o larga en el activo al contado se podría cubrir con una posición vendedora o corta en el mercado de futuros. La situación inversa, es decir, una posición corta en el activo al contado, se cubriría con una posición larga en el mercado de futuros.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.