Durante los cuatrocientos milisegundos que tarda un parpadeo, una supercomputadora conectada a una red de alta velocidad puede realizar más de medio millón de transacciones bursátiles, haciendo que sus dueños ganen millones de dólares. Lo mejor de todo, accediendo a precios, volúmenes e información antes que nadie. A esta tecnología se le conoce como trading de alta frecuencia o “High-Frequency Trading” (HFT, por sus siglas en inglés).
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.