Lo primero que debe hacer quien esté interesado en realizar transacciones en el mercado de valores es abrir una cuenta con una casa de corredores de bolsa. Básicamente hay dos tipos de corredores, los que proporcionan un servicio completo, incluidas la ejecución de órdenes y la asesoría para comprar y vender (en inglés conocidos como full service brokers), y los denominados corredores de descuento (discount brokers). La elección entre uno y otro depende de cuán cómodo se sienta usted comprando y vendiendo acciones por cuenta propia, sin contar con el asesoramiento personal de un corredor que (se sobreentiende) sea un entendido en la materia. De modo que la elección es suya. Eso sí, dispóngase a pagar más en comisiones por un corredor de servicio completo que por uno de descuento. Hasta aquí, las dos vías tradicionales de invertir en el mercado bursátil.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.