Trabajar con datos no es solo cuestión de números. El proceso de extraer datos, elaborar informes, analizar y atribuir genera información valiosa que puede cambiar el curso de un proyecto o estrategia. Pero, ¿Cómo convertir esos conocimientos en acciones? ¿Cómo persuadir a las personas clave de que hay que hacer algo, usando los datos para contar una historia? Sin una historia, los datos son solo números. Esos números pueden decirte lo que pasó, pero no pueden decirte por qué pasó, por qué es importante y qué puedes hacer. Ahí es donde entra la narración de datos, que es la práctica de transmitir información sobre los datos a un público específico mediante una narración clara y convincente. Los datos cuentan muchas historias, y no hay dos personas que cuenten la misma. Cada uno aporta sus propias perspectivas, experiencias y prejuicios a la narración de datos.
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.