La gente no quiere enriquecerse lentamente, con esa actitud lo que consiguen es empobrecerse rápidamente… La gestión monetaria es muy aburrida, arriesgar un 1% para ganar un 2% o un 3% no suena bien, no parece gran cosa. En vez de eso, prefieren jugárselo todo a una carta, entran al mercado con posiciones excesivamente grandes en proporción a su cuenta de inversión. Alguna vez ocurre y aciertan con algunas operaciones, con su ego por las nubes le echan más leña al fuego. Poco pueden intuir ellos que el gran desastre acecha a la vuelta de la esquina. El mercado no tarda mucho en recordarles quién está al mando. Para estos traders, las oscilaciones normales del mercado son como una montaña rusa de emociones, pasan en una sola sesión del éxtasis y la felicidad absoluta a la tristeza, la depresión y la ira. No importa, piensan, sólo fue un día malo…
Se define como accidente (del latín accĭdens, -entis), como un suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Para tomar esta definición, se debe entender que los daños se dividen en accidentales e intencionales (o dolosos y culposos). El accidente es la consecuencia de una negligencia al tomar en cuenta los factores de riesgo o las posibles consecuencias de una acción tomada.