Cubre la pérdida real sufrida, resultante de la paralización o entorpecimiento de las operaciones del negocio asegurado hasta la suma asegurada que aparezca en la carátula de la póliza. La indemnización no excederá de la reducción en sus ganancias brutas, menos gastos y cargos que no necesariamente continúen durante la paralización o entorpecimiento del negocio. Se cubren también los gastos en que sea necesario incurrir, con el objeto de reducir la pérdida, pero sin exceder de la cantidad en que efectivamente se haya reducido.
Jugándole al Broker
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