A menudo se presentan errores en los registros de pagos, ya sean físicos o digitales o circunstancias donde debes presentar o comprobar algún datos específico, por ello es importante resguardar este tipo de información hasta que ya no sea necesaria.
Ejemplos de estos documentos son:
- Contratos de
trabajo.
- Contratos de
préstamos.
- Resúmenes
bancarios.
- Extractos
bancarios.
- Pólizas de
seguros.
- Recibos de
compras y de pagos.
- Recibos de
sueldos.
-
Presupuestos.
- Hojas de
seguimiento mensual.
Estos
documentos tienen información importante, como:
-
Responsabilidades.
- Importes e
intereses.
- Fechas.
- Duración.
- Ingresos y
gastos.
- Comisiones.
- Primas.
- Términos y
condiciones.
- Claves de
rastreo.
- Distribución
de gastos, entre otros.
Ejemplo:
Juana Inés
paga su servicio de telefonía e Internet en las cajas de una tienda de
autoservicio, ella aprovecha al hacer el súper para pagar pero no suele guardar
los tickets porque considera que es basura. Un día le cortan el servicio y al
revisar el estado de cuenta aparece un adeudo, llama a servicio al cliente y a
la sucursal para aclarar el incidente, pero al no tener cómo demostrar que
efectuó el pago, la obligan a volver a realizarlo para poner su cuenta al
corriente y restaurar su servicio.
Por qué
guardar tus comprobantes:
- Te ayuda a
ordenar y administrar mejor tus ingresos y gastos.
- Te permiten
crear un presupuesto objetivo para el futuro a partir de tus gastos pasados.
- Son un
respaldo en caso de conflicto con empresas, empleadores o instituciones
financieras.
- En el caso
de las pólizas y préstamos, los documentos son pruebas de tus responsabilidades
y coberturas.
Algunos comprobantes son indispensables y otros no, determina cuáles debes conservar y resguardarlos.
Fuente:Fundación Carlos Slim – Manejo de dinero.
Comentarios
Publicar un comentario