El precio de los productos cambia con el tiempo, lo que significa que aunque tengas la misma cantidad de dinero, en ocasiones no podrás comprar la misma cantidad de productos que antes, esto se debe a la inflación.
La inflación también llamada “variación de precios” es el aumento continuo y generalizado del precio de los bienes y servicios, este fenómeno se presenta por diferentes factores, pero principalmente cuando:
- La Demanda de productos y servicios aumenta, o cuando la oferta disminuye.
- Las empresas suben sus precios porque sus costos, como materias primas, maquinaria y salarios han aumentado.
- El gobierno imprime más dinero del necesario para solventar gastos o deudas.
La inflación se clasifica en dos tipos: Alta y Baja.
● Inflación Alta: Cuando los precios suben rápidamente y de manera constante. En este caso, los salarios no aumentan al mismo ritmo que los precios, por lo que necesitas más dinero para comprar los mismos productos que antes.
● Inflación Baja: Cuando los precios suben poco a poco de manera constante, en este caso los salarios aumentan al ritmo de la inflación para que puedas comprar los mismo productos.
La inflación,
ya sea alta o baja tiene sus consecuencias:
- Aumento en el costo de la vida, porque los precios de los bienes y servicios básicos suben.
- Disminución del valor del dinero, pues con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos cosas.
- Desalentar el ahorro, ya que las personas prefieren gastar su dinero antes de que pierda valor.
- Reducción de personal y de salarios por parte de las empresas para minimizar gastos de producción.
- Devaluación de la moneda nacional frente a los mercados internacionales.
La inflación depende de muchos factores, lo que la hace difícil de controlar, sin embargo puedes tomar medidas para resistir sus efectos, realiza lo siguiente:
1. Revisa tu presupuesto y reduce al mínimo los gastos innecesarios para adaptarte a los precios en aumento.
Por ejemplo, si sueles comprar un café varias veces a la semana, considera prepararlo en casa.
2. Ahorra una mayor parte de tus ingresos en instituciones financieras, bancos y cuentas de ahorro que brinden intereses en lugar de hacerlo en efectivo, así mantendrás tu dinero seguro.
3. Compra productos duraderos y de buena calidad. Por ejemplo, elige un par de zapatos de piel el lugar de unos hechos de tela que se desgasten rápidamente y debas comprar un nuevo par.
4. Invierte en tu educación con cursos y capacitaciones para adquirir habilidades que te abran nuevas oportunidades laborales.
5. Evita las compras durante las temporadas de alta demanda para obtener los productos a un precio más bajo y aprovechar los descuentos.
Por ejemplo, compra los útiles escolares antes del periodo de regreso a clases.
La inflación puede poner en riesgo tu estabilidad financiera, sin embargo, con buenos hábitos de consumo podrás proteger tus finanzas y mantenerte firme frente a los desafíos económicos.
Fuente:Fundación Carlos Slim – Manejo de dinero.
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