Mantener el bienestar financiero frente a las crisis económicas como la inflación requiere de acciones preventivas, una de ellas es la inversión.
Invertir es destinar una parte de tus ingresos o ahorros a una actividad distinta a la de tu trabajo para obtener beneficios futuros, esta puede variar desde comprar productos para después revenderlos, hasta depositar tus ahorros en un banco o fondo de inversión que genere ganancias con el tiempo.
Invertir no sólo hace crecer tus ahorros, también genera nuevos ingresos con los que puedes aumentar ti patrimonio, asegurar la educación de tus hijos o preparar un fondo de ahorro para tu retiro.
La inversión también conlleva riesgos, ya que en algunas ocasiones se pueden presentar pérdidas de dinero, por esta razón existen diferentes tipos de inversionistas:
- Conservador: Prefiere mantener su dinero seguro aunque las ganancias sean pequeñas porque no está dispuesto a resistir el riesgos. Tiene objetivos de inversión a corto y mediano plazo.
- Moderado: Busca obtener ganancias sin asumir un riesgo alto manteniendo un equilibrio. Tiene objetivos de inversión a mediano y largo plazo.
- Agresivo: Está dispuesto a aceptar los altos riesgos para obtener máximas ganancias, sus objetivos de inversión son a largo plazo.
Al enfrentar los desafíos de la inflación, la inversión es tu mejor aliado, para iniciar sigue estos pasos:
1. Define por qué necesitas más dinero y cuando lo necesitarás. Por ejemplo, ahorrar para un viaje familiar en los siguientes dos años o para comprar una casa en 10 años.
2. Identifica tu perfil de inversión para decidir cuánto riesgo estás dispuestos a tolerar y establecer su el plazo de tu inversión será corto, mediano o largo. Considera tu edad, ingresos y objetivos.
Por ejemplo, una persona sin responsabilidades familiares puede asumir más riesgo frente a alguien que si las tiene.
3. Investiga servicios e instituciones de inversión pata encontrar la opción que se adapte a tus necesidades, así podrás estimar las ganancias y el tiempo en el que las obtendrás.
4. Combina el ahorro formal e informal para crear el fondo de tu primera inversión. Por ejemplo, guarda una pequeña cantidad de dinero al final de cada semana en una cartera o frasco sellado, al final del mes deposítalo en una cuenta de ahorro.
Comienza con inversiones de bajo riesgo en instituciones confiables para ganar experiencia, a medida que tengas más conocimiento podrás explorar opciones más complejas.
Tus ahorros son el fruto de tu esfuerzo y un recurso muy valioso, por lo tanto es crucial protegerlo al invertir, ten en cuenta lo siguiente:
- Desconfía de las instituciones que prometan ganancias sorprendentes. Una inversión que ofrece mayor ganancia está relacionada con un mayor riesgo.
- Verifica que la ganancia sea mayor a la cantidad de inversión.
- Toma el tiempo necesario para aclarar tus dudas acerca de cobros y comisiones que realiza una institución financiera.
- Evita colocar todo tu fondo de inversión en una sola opción, busca más opciones, así no quedarás desprotegido en caso de perder dinero en alguna.
La inversión no sólo protege el valor de tu dinero, sino que también te brinda la oportunidad de hacerlo crecer, defendiendo tu bolsillo frente a los efectos de la inflación.
Fuente:Fundación Carlos Slim – Manejo de dinero.
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