Las decisiones de los inversionistas muchas veces están influenciadas por sesgos cognitivos, es decir, ideas fijas que aceleran la toma de decisiones y tienen origen en la cultura, el entorno social y las emociones. Esta inmediatez para elegir un curso de acción puede causar pérdidas en tus ganancias.
Entre los principales sesgos están:
● De confirmación: Es la búsqueda de información que apoya una conclusión ya existente, lo que genera un exceso de confianza y en consecuencia un falso sentimiento de que nada puede salir mal.
● De información: Es la tendencia a evaluar información incluso cuando no es útil. Esto sucede debido a que los inversores están bombardeados por información poco confiable de comentadores financieros, noticias y casas de bolsa.
● Aversión a las pérdidas: Es la preferencia por evitar pérdidas sobre obtener ganancias. Esto puede generar una pobre e irracional decisión de inversión, ya que por ejemplo, puede rehusarse a vender inversiones con pérdidas por la esperanza de tener de regreso sus recursos originales.
● Causados por incentivos: Es el poder de las recompensas sobre el comportamiento humano, debido a que el mercado alienta tener más participantes que en ocasiones generan crisis financieras debido a la falta de escrutinio.
● Sobresimplificación: Es la tendencia a buscar y construir explicaciones simples para temas complejos a costa de ignorar información valiosa.
● Comprensión retrospectiva: Es la tendencia a ver eventos pasados malos como no predecibles. Se relaciona con la idea que los errores en las inversiones se consideran como algo que no se podía prever.
La mayoría de las decisiones erradas de inversión provienen de esos sesgos cognitivos. Considera si estás cayendo en uno antes de tomar una decisión financiera.
Fuente:Fundación Carlos Slim – Analista de Inversiones Personales.
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