Literalmente significa: “que no te importe el resultado”. Ahora bien, esto no quiere decir que te lances a abrir operaciones sin que te importe un bledo lo que pase. Lo que simboliza esta expresión es que concentres todas tus fuerzas y atención en operar bien, en controlar todos aquellos parámetros que están a tu alcance.
Si hablamos de trading, me vienen a la cabeza cosas como:
- Número de contratos con los que operas.
- Determinar el momento de entrada o salida.
- Dónde colocar el stop.
- Cuándo cargar o descargar.
En definitiva, controlar bien aquellos parámetros que dependen de ti, poner todo tu empeño en ello y esperar pacientemente el desenlace de la operación pues bueno o malo, no depende de ti.
Fuente:Escuela de Traders-Las 101 preguntas que cambiaran tu trading para siempre, p. 121.
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