Ayuda y cuidado que brindan tranquilidad.
Un cuidador es una persona que brinda ayuda a otra que lo necesita, ya sea por enfermedad, discapacidad o si es un adulto mayor.
Tipos de cuidadores.
Informales: Son familiares, amigos y vecinos que probablemente no tengan
capacitación en cuidados y no reciban un sueldo por su trabajo ya que su
compromiso está relacionado con el afecto, además su horario es variable.
Formales: Son profesionales y técnicos que reciben un sueldo, tienen una formación sobre los cuidados que necesitan las personas, ofrecen atención con límites de horarios y tienen un menor vínculo afectivo que los cuidadores informales. Pueden tener, entre otros, conocimientos de: Geriatría, Enfermería, Rehabilitación física, Dar apoyo emocional, Acompañamiento.
Necesidades de la persona a cuidar.
Varían dependiendo de la funcionalidad que tengan, algunas de ellas
pueden ser:
·
Movilización y
traslados.
·
Higiene personal y
vestido.
·
Alimentación.
·
Suministro y
aplicación de medicamentos.
·
Funcionalidad a nivel
físico.
·
Técnicas para manejo
de estrés.
·
Atención de
emergencias.
·
Acompañamiento y
apoyo emocional.
· Técnicas de relajación.
Contar con un cuidador puede mejorar la seguridad de tus seres queridos.
Recomendaciones.
Asesórate con un médico: Antes de contratar este servicio busca orientación sobre la mejor alternativa para tu familiar.
Averigua antes de contratar: Busca referencias de la empresa o del cuidador, si es independiente, y compruébalas.
Investiga si hay alternativas: Pregunta qué sucede cuando el cuidador no pueda acudir un día a brindar la atención.
Haz una lista de tareas: Prepara una lista para el cuidador con los cuidados del paciente por orden de importancia.
Ten presente las necesidades del paciente: Toma en cuenta que las tareas del cuidador pueden variar a medida que cambia la salud de la persona.
Instruye al cuidador: Además de informarle los cuidados específicos, le será de ayuda saber la ubicación de las cosas que utilizará.
Escucha y pon atención al paciente: Mantente alerta del comportamiento de tu familiar. Indaga si está a gusto con la atención.
Comunica tus inquietudes: Si el desempeño del cuidador no es de tu agrado, infórmaselo a él y también a la empresa.
Compara costos: El precio del servicio dependerá de factores como:
• Turno y horas de cuidado.
• Tipo de enfermedad o el grado de dependencia para realizar actividades
cotidianas.
• Nivel educativo o profesión del cuidador.
• Servicios incluidos (fisioterapia, terapia ocupacional, aplicación de medicamentos, alimentación, aseo del paciente, paseos, entre otros).
Fuente:Revista del Consumidor #548 Octubre 2022, p. 60 – 63.
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