Máximas del inversionista

 


Diversificar es la palabra de orden. Como dice el refrán: no ponga todos los huevos juntos en una sola canasta. Hágase de un portafolio o cartera de inversiones balanceado, que comprenda acciones, fondos mutuos e instrumentos de plazo fijo, como bonos y certificados de depósito. De esta manera estará en mejores condiciones de protegerse ante las fluctuaciones o un desplome en el mercado.

Cuántas más fuentes de información emplee mejor. Ningún cálculo matemático o sistema de medición técnica aporta indicaciones concluyentes. Utilícelos como información de referencia, junto a los datos financieros y estadísticos que reflejan el comportamiento de una acción, lo que se conoce en inglés como fundamentals.

No se duerma en los laureles. La característica primordial de los mercados de valores es su dinamismo. Los precios de las acciones por naturaleza propia fluctúan. Y la tendencia predominante hoy en día es la volatilidad de muchas de ellas. A veces las oportunidades de vender o de comprar en el momento preciso pasan velozmente si uno no está al tanto a diario de lo que sucede en la Bolsa.

• Lo que fácil llega fácil se va. Es verdad que a mayor riesgo, mayor suele ser la ganancia. Pero si uno se traza como único objetivo la búsqueda de este tipo de oportunidades, y maneja las inversiones como quien hace una apuesta, siempre se estará caminando sobre arena movediza. Y son pocos los que saben cuándo sacar el pie para no hundirse del todo.

• Nunca invierta sin tener de antemano un plan bien concebido. Trate de preverlo todo: a qué precio comprar, a qué precio vender, qué hacer ante lo previsto y ante lo imprevisto. En suma, el inversionista necesita tener en todo momento una disciplina férrea. Esto es lo único que garantiza no actuar bajo la influencia de las emociones. Rinde muchos más frutos una mente fría que un corazón caliente.

• Es clásica la recomendación que aconseja comprar cuando todos venden y vender cuando todos compran. Pero en la Bolsa no existe una vacuna que inmunice a nadie de las equivocaciones. Las reglas pueden cumplirse en el 99 por ciento de los casos, pero también en el 80 por ciento o en el 70. Recuerde que en el llamado day trading, quienes ganan lo hacen siempre a costa de la pérdida de otros.

• Nunca compre acciones de industrias o sectores que no comprenda o de los que no sepa absolutamente nada. No se meta en camisas de once varas. A la hora de invertir en valores no funciona el amor a primera vista. Y si cae en sus redes, además de plantado usted puede quedarse sin novia, sin camisa y sin dinero.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 24.

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