Variaciones bursátiles

 

Cuando los analistas hablan, el mercado suele cambiar de rumbo, en subida o en picada. Infinidad de expertos que trabajan para las firmas de corretaje estadounidenses no pierden pie ni pisada a las miles de compañías cuyas acciones se cotizan en las bolsas. Sus evaluaciones suelen ser una señal de advertencia para los inversionistas.

Ningún analista es infalible. Pero algunos, muchas veces en dependencia del renombre de la firma para la que trabajan, ejercen gran influencia sobre la variación que pueden experimentar las acciones sometidas a escrutinio. De modo que sus pronunciamientos pueden hacer subir o bajar los precios casi instantáneamente.

Los argumentos aducidos por los expertos para elevar el rango de una acción (upgrade) o disminuirlo (downgrade) son diversos. Sus veredictos sobre el comportamiento futuro de las ganancias de una acción o sobre su tasa de crecimiento tienen un efecto inmediato. Y en la mayoría de los casos, después de ser emitidos el precio de la acción cambia de inmediato.

Si por ejemplo, una firma de corretaje (o varias) eleva el rango de una acción de comprar (buy) a muy recomendada la compra (strong buy) lo más probable es que su precio se dispare al alza. Si por el contrario, reducen su rango de, por ejemplo, superior a sus competidores (outperform) a inferior a sus competidores (underperform) lo más lógico es que su precio temporalmente se deprima.

El problema para los inversionistas radica la mayor parte de las veces en cómo y cuándo reaccionar. Tras producirse un anuncio de upgrade o downgrade, el hecho repercute en el acto en Wall Street, usualmente mucho antes de que los inversionistas individuales tengan oportunidad de comprar o vender la acción con el mayor margen de provecho para ellos.

No obstante, esa desventaja puede ser contrarrestada en parte si se ha estado al tanto de cualquier noticia complementaria sobre esa compañía que permita tener una idea más concreta de cuáles son los motivos para que su acción sea ascendida o rebajada de categoría. Esto puede dar mayor seguridad a la hora de tomar una decisión con rapidez.

Además, si se ha seguido de cerca por un tiempo el comportamiento de dicha acción, es decir, si el inversionista está identificado en cierta medida con ella, estará en mejores condiciones de evaluar cuál es el paso más acertado, ya sea comprar o vender. De cualquier manera, también ayuda conocer qué récord de infalibilidad muestran en sus últimas evaluaciones las firmas de corretaje, y cuál ha sido la tendencia de la acción en los últimos meses, si al alza o a la baja.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 23.

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