Splits

 


El fraccionamiento o escisión de una acción (en inglés un split), digamos 2-por-1, ocurre cuando la compañía decide emitir una acción adicional por cada una de las que ya existen. Si este es el caso, el número de títulos se duplica aunque el valor de capitalización total de la compañía no cambia. O sea si la acción valía US$80 antes, ahora su precio será de US$40. Y el que poseía una acción, ahora tendrá dos. Los fraccionamientos ordinarios (ordinary splits) suelen ser de 2-1; 3-1; 3-2, aunque también pueden darse en otra proporción, según lo que determine la empresa. 

Si se produce un split 3-2, cada accionista adquirirá un título adicional por cada dos que posea. Este fraccionamiento también se conoce como split del 50%, porque en realidad cada accionista incrementa en esa proporción el número de sus acciones. De cualquier manera, cuando tiene efecto un split, el valor neto de los activos de la empresa no aumenta, sólo el número de acciones emitidas, y cada accionista pasa a ser propietario de un número mayor de acciones que representan un valor equivalente al que anteriormente poseía en la compañía.

Una empresa también puede decidir hacer un split a la inversa, o sea, reducir el número de acciones actuales en determinada proporción. En inglés se le conoce como reverse split. Por ejemplo, si una acción con un valor de US$5 sufre un split 1-5, en lo adelante por cada cinco acciones se poseerá sólo una nueva, con un valor de US$25. Este tipo de fraccionamiento suele ocurrir cuando una compañía determina dar a sus acciones la imagen de títulos mejor evaluados o también puede responder al propósito de eliminar a la mínima expresión la cantidad de accionistas muy pequeños.

Aunque en teoría un split ordinario no representa ninguna variación de valor para los propietarios de acciones, en la práctica esta escisión puede dar lugar a que el precio de las nuevas acciones suba, en virtud de que una mayor cantidad de inversionistas pueden verse tentados a comprarla por el precio más bajo que ostenta ahora la acción.

Esto explica por qué algunas compañías se sienten tentadas a declarar un split ordinario cuando llegan a percibir que el precio de su acción se ha elevado más allá de lo que algunos inversionistas privados están dispuestos a pagar por ella. En síntesis, el nuevo precio de las acciones las hace más asequibles, sobre todo para los inversionistas pequeños o individuales. Por regla general, el anuncio de que se va a realizar un split es hecho por los emisores con varias semanas de anticipación a la fecha en que se hará efectivo.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 17 – 18.

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