La elección correcta

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Una de las decisiones más importante a la hora de invertir es seleccionar qué acciones comprar. Antes de escoger siempre es bueno saber lo que los expertos en mercados de valores piensan acerca de esta o aquella acción. Uno puede llegar a hacerse una idea consultando los periódicos, revistas y servicios online especializados en ofrecer este tipo de información. Una de las fuentes más completas lo es la guía sobre acciones llamada Standard & Poor Stock Guide; también puede resultar útil echarle una ojeada al The Value Line Investment Survey, ambos disponibles al público en bibliotecas.

Con todo, hay ciertas indicaciones que resulta provechoso seguir al momento de hacer una inversión de esta naturaleza. Sobre todo las siguientes:

  • Inclínese por acciones de compañías sólidas, bien establecidas, que rinden dividendos mayores que el resto de las acciones, y especialmente si se las compara con las de otras firmas dentro del mismo sector o industria.
  • Busque acciones cuyo precio sea relativamente bajo en comparación con las ganancias que rinde. Para hallarlas fíjese en el valor que muestra el indicador denominado P/E (relación precio-ganancia) en los últimos 12 meses. Algunos inversionistas consideran aquellas con un alto P/E más seductoras (como es el caso de muchas del sector tecnológico e Internet, algunas sobrevaloradas). Sin embargo, lo normal en una buena acción con un bajo P/E es que éste tienda a subir.
  • Prefiera aquellas que exhiben entre sus propietarios no más de cuatro o cinco grandes inversionistas institucionales. Aunque este tipo de acciones suelen entrañar riesgos tienden a ascender en valor más rápidamente que otras.
  • Trate de hallar acciones depreciadas sin que existan razones de fondo para que su valor sea tan bajo. A veces, por imponderables e inexorables del mercado, las acciones se desploman. En otras ocasiones pueden ser víctimas de contratiempos pasajeros que desatan el pánico desmedido de algunos inversionistas. Para precisar si se trata de un retroceso temporal y no de un problema serio, fíjese en la deuda a largo plazo que afronta la compañía. Si ésta es superior a la décima parte del total de ingresos por ventas o servicios y/o mayor que el valor de todas sus acciones en circulación (valor de capitalización de la compañía) no invierta en ella. 

Recuerde, el terreno que usted pisa será menos inseguro si opta por invertir en acciones de compañías con una situación financiera favorable, o lo que es lo mismo, empresas con pocas deudas y un rendimiento, acorde con su valor de mercado, de más del 15%, lo que en inglés se conoce como returns on equity.

Si puede trate de obtener una copia del último informe financiero anual de la compañía. Revise si muestra un crecimiento sostenido de sus utilidades e ingresos netos durante los últimos cinco años, y si sus activos muestran una proporción de al menos 2-1 en comparación con sus pasivos u obligaciones de pago. A veces ayuda mucho comparar estos indicadores con los de firmas que sean competidoras.

Nunca compre una acción sin antes echar una ojeada a sus gráficos. Es aconsejable conocer sus cotizaciones históricas al menos el último año. De otra forma usted nunca podrá saber si está comprando al precio más alto de los últimos meses o por el contrario al más bajo.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 9.

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