Los inversionistas que no sean ciudadanos estadounidenses deben llenar el formulario conocido como W-8, que certifica su status como extranjeros a los efectos de la responsabilidad fiscal. Algunas casas de bolsa exigen a sus clientes ser ciudadanos estadounidenses o residentes legales en este país a fin de poder abrir una cuenta.
Entre todas, las casas corredoras que hacen transacciones a través de Internet y que aceptan cuentas de extranjeros constituyen quizás la opción más conveniente, básicamente en razón a que los costos de comunicación por concepto de llamadas de larga distancia se reducen utilizando esta vía.
El procedimiento tributario que se aplica a los extranjeros que invierten en el mercado de valores estadounidense aparece descrito en la Publicación 515 del Servicio de Rentas Internas (IRS), del 9 noviembre de 1998. Otras consideraciones específicas señaladas por la ley, pertinentes a los tratados impositivos suscritos entre Estados Unidos y ciertos países, son recogidas en la Publicación 901 (del 30 de junio de 1998) emitida por el propio organismo. En algunos casos, los extranjeros quedan sujetos a retención de impuestos sobre dividendos, pero en otros no.
Fuente:Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 21.
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