Tipos de cuenta con un bróker

 


Usted puede abrir diferentes tipos de cuentas con una firma corredora de bolsa. Las más comunes son las cuentas en efectivo (cash account); las de margen (margin account), y las de opciones (option account). Esencialmente se diferencian por el nivel de crédito que cada una brinda al inversionista y por el grado de confianza que éste le ofrece al broker, bien por la cantidad de efectivo y los valores que posea en depósito o por su mayor o menor experiencia bursátil.

La más simple de todas es la cuenta en efectivo (cash account), que permite al inversionista realizar transacciones pagando por entero el monto de la compra antes del plazo en que se hace efectiva la operación (para acciones de la Bolsa de Nueva York el denominado settlement day tiene lugar tres días hábiles después a la fecha de ejecución). No obstante, la mayor parte de las casas corredoras exigen que se disponga de los fondos necesarios para la transacción antes de que una orden sea aceptada.

Las cuentas de margen permiten comprar acciones tomando en préstamo del broker cierta cantidad de dinero. Los valores que se posean en la cuenta sirven de colateral al préstamo, que además puede ser utilizado para extraer efectivo sin necesidad de vender dichos valores. Todas las cuentas de margen tienen un límite tope de crédito, y los términos en virtud de los cuales se recibe el préstamo están determinados por las características de cada portafolio o cartera de inversiones.

El derecho a abrir una cuenta de margen es más restringido que el de una cuenta simple o cash account. La casa corredora tiene derecho a vender las acciones que usted tenga en un margin account para cubrir posibles pérdidas en caso de que una acción se deprecie. Precisamente aquí radica el peligro de este tipo de cuenta. Si la acción se desploma usted está perdiendo dinero prestado en adición al que de por sí pierde con la caída bursátil.

De cualquier manera, las tasas de interés de las cuentas de margen no suelen ser muy altas en virtud de que representan escaso riesgo para el bróker, que siempre tiene la oportunidad de recuperar su dinero. En primer lugar, porque está respaldado por un colateral (las acciones del inversionista contra las que gira el préstamo); en segundo, porque puede exigir su reposición en cualquier momento (lo que se denomina un margin call), y en tercero, porque la casa corredora establece reglas que limitan el margen de deuda que puede tener el cliente.

El último tipo de cuenta más común que se puede tener con un bróker es la que se llama cuenta de opciones (option account), que permite comprar o vender acciones a un precio específico en una fecha determinada de antemano. Si el inversionista piensa que el precio de una acción va a subir firma un contrato de compra ejecutable en una fecha futura (lo que se conoce como un call). Si por el contrario cree que el precio de una acción se va a desplomar suscribe un contrato de opciones que le da derecho a vender determinado número de acciones en una fecha prefijada (lo que se conoce como un put).

Debido a los riesgos que entraña este último tipo de transacción, para poder abrir una cuenta de opciones los corredores de bolsa le exigen al cliente firmar un documento donde éste acepta y reconoce por escrito tales riesgos.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p. 6.


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