Las buenas acciones

 


El mercado de hoy, está repleto de opciones muy atractivas. El boom, por ejemplo, de las acciones tecnológicas y vinculadas a Internet ha sido sostenido durante los últimos años, con sus alzas y sus bajas. Esto lleva a muchas personas a tratar de establecer comparaciones entre acciones de firmas gigantes y por muchos años establecidas, las llamadas acciones blue chips que se cotizan en la Bolsa de Nueva York, digamos, General Electric (GE) o Exxon (XON), y otras de compañías cotizadas en NASDAQ y más nuevas como Netflix (NFLX) o Amazon.com (AMZN).

¿Qué es en definitiva una buena acción? En primer lugar, depende si ésta cumple o no con los objetivos que usted se ha trazado como inversionista. No cabe duda de que una inversión en acciones de GE o de XON tiene valor, y que la apreciación de acciones como NFLX y AMZN ha sido espectacular. Pero como éstas hay otras, inmersas entre más de seis mil que se cotizan en los mercados de Estados Unidos. De modo que para hallar su respuesta es necesario hacer cierta indagación. Si se siguen algunos pasos, rutinariamente, no resulta tan difícil hacerlo. El problema mayor está en saber en cuánto incrementará una acción su valor, y cuándo.

El método más recurrente para empezar a identificar si una acción es buena pasa por compararla con sus congéneres del sector específico al que pertenezca. Para ello es imprescindible revisar su estado financiero. Es importante fijarse en su volumen de ventas y el crecimiento de sus ingresos, así como en el margen de utilidad bruta. Si lo que usted busca es una acción que debe figurar como predilecta dentro de su cartera de inversiones no preste tanta atención al precio que tenga como al futuro que se le anticipa.

Cuando se trate de una acción que debe cumplir este propósito, lo mismo se puede escoger entre acciones que se caractericen por deparar crecimiento (las llamadas en inglés growth stocks) o las que se definen por el valor que entrañan (value stocks). De las primeras se espera que el crecimiento de sus ganancias exceda al de otras compañías; mientras que las segundas típicamente poseen una relación precio-ganancia (P/E) inferior a la de otras acciones de su grupo y están llamadas a valorarse todo lo que merecen una vez que los inversionistas reconozcan su justo valor.

La gerencia de la compañía, su estabilidad y consistencia, es un factor importante. El inversionista debe estudiar si ésta ha sido capaz de formar sus propios talentos o ha tenido que recurrir reiteradamente a fuerzas externas para nutrir sus filas de ejecutivos. Otro elemento a tener en cuenta son las deudas. La abultada existencia de obligaciones a largo plazo puede ser una mala señal, y si son a corto plazo, peor.

También es vital aprender a distinguir cuándo una acción atraviesa por un período de alza en su precio (price momentum) y cuándo se trata de una bonanza en sus ganancias (earnings momentum). Si compramos una acción durante su price momentum, se corre el riesgo de pagar más de lo aconsejable por ella. Es recomendable evitar este paso a menos que usted sea un inversionista experimentado. Por el contrario una acción que refleje una tendencia de crecimiento sostenido en sus ganancias (earnings momentum) siempre es una inversión que rinde frutos.

Fuente:
Introducción a las Finanzas y Mercados Financieros, p.5.

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