El Presupuesto

 

Es una herramienta de planeación que ayuda a estimar y organizar los gastos e ingresos con los que se cuenta en un periodo determinado, considerando siempre el ahorro.

Los egipcios fueron quienes comenzaron a emplear el concepto de presupuesto para estimar el resultado y distribución de sus cosechas. Hoy en día es utilizado por empresas, instituciones públicas, personas y familias para mejorar la planeación de sus recursos.

Presupuesto de Ingresos.

Cuantifica el total de entradas o dinero que se recibe en un periodo establecido, incluye sueldos, prestaciones, ingresos derivados de un negocio, honorarios, comisiones, y cualquier ingreso que una persona o familia reciba. Elabora tu presupuesto para definir cómo utilizarías tu dinero y cuánto ahorrarás. Estima tus ingresos y egresos por un período de tiempo, este debe ser mínimo de un año.

Para el siguiente ejemplo, se considera sólo un trimestre para que veas como debes elaborarlo. Crea una tabla como la que se presenta a continuación, en donde consideres el periodo de tiempo y el concepto de ingreso.

Concepto	Mes 1	Mes 2	Mes 3	Total
Sueldo
Bono
Otros
Total

Anota tu salario nominal, el cual es el beneficio que recibes por realizar tu trabajo sin incluir bonos o comisiones. Considera que tu ingreso puede ser semanal, quincenal o mensual. Haz los cálculos necesarios para colocar la cifra mensual en la tabla.

Si recibes algún ingreso por la renta de un producto o servicio, anota un aproximado de los ingresos que esperas tener. Si recibes algún ingreso extra también escríbelo, puede ser el pago de una renta o una deuda, o algún apoyo del gobierno.

Por ejemplo, la tabla muestra cómo sería el caso para una persona que recibe ingresos por la venta de productos y servicios, por lo que deberá anotar el total de su venta en el mes.

Presupuesto de egresos.

Permite planear las salidas, que son acciones de compra de bienes, organizar el pago de servicios y evitar o posponer los gastos menos importantes. Hay dos tipos de egresos: Fijos y variables.

Los egresos fijos son aquellos que debes hacer mes con mes como la renta y el pago de servicios, aunque la cantidad no sea la misma. Los egresos o gastos variables son aquellos que puede cambiar o agregarse, como los gastos de alimentación, transporte, salidas recreativas y hasta algunos imprevistos como servicios médicos, por ejemplo.

Punto de Equilibrio.

Donde los ingresos son iguales a los egresos, es decir, donde no se gana pero tampoco pierde, es donde se encuentra el llamado punto de equilibrio. Existen fórmulas para determinarla, sin embargo es indispensable que siempre cuides que tus egresos nunca sean mayores a tus ingresos.

Presupuesto de Efectivo.

Ya has analizado los ingresos y los egresos, pero ¿Qué sucede cuando los gastos se presentan a principios de mes y los ingresos los recibimos al final del mismo? A la previsión que haces en un presupuesto para poder cumplir con tus compromisos en forma oportuna se le llama Presupuesto de Efectivo o Presupuesto de Flujo de Efectivo. Este permite estimar la cantidad de dinero que tendrás tanto de entradas como de salidas.

Una de las formas para hacer frente a estos compromisos que debes cubrir sin haber recibido los depósitos es tener una reserva, misma que debe reponer para cubrir este tipo de contingencias. Otra alternativa es usar un crédito, y cuando llegue el depósito de tu ingreso, regresar esa cantidad para reducir el pago de tu interés.

Fuente:
Fundación Carlos Slim – Programa de Educación Financiera.