Cultura de Inversión

Cuando ahorras tus recursos financieros, podrás invertirlos para conservar su valor o incrementarlos al adquirir bienes y servicios, o bien, conservarlos para cubrir necesidades futuras.

La inversión es la acción de invertir una cantidad de dinero, tiempo o esfuerzo en una cosa, al escuchar la palabra inversión, normalmente se piensa en dinero, aunque también puedes invertir en otros conceptos.

Antes de invertir tu dinero es necesario que inviertas tu tiempo de forma correcta para que desarrolles un hábito, así invertirás tus esfuerzos en actividades que produzcan beneficios a corto o a largo plazo, pero, ¿Para qué hacer esto?

Es necesario que cada inversión que hagas pienses el objetivo que quieres alcanzar, de esta forma afrontarás con esfuerzo todos los obstáculos que se te presenten y podrás ver realizado lo que planeaste. Si haces ese cambio, comenzarás a generar en ti una cultura de inversión, podrás aplicarla a tus recursos financieros más fácilmente y apreciarás el rendimiento que genere la cantidad invertida, esto es el interés simple o el interés compuesto.

El interés simple es el beneficio que obtienes sobre la cantidad de dinero que inviertes a un porcentaje o tasa durante un periodo de tiempo. Las tasas que ofrecen las instituciones financieras son anuales y en ciertas inversiones pueden ser por periodos de 28, 91, 150 o más días.

Ve el siguiente ejemplo:

Si inviertes un capital de $20,000 con una tasa del 3.5 % anual en un periodo de 91 días, el interés o beneficio que obtendrás será de $176.94. ¿Cómo salió esta cantidad? Para determinar el resultado multiplica los $20,000 por la tasa del 3.5 % anual, es decir, $20,000 x 0.035, te dará como resultado $700, estos son los intereses que ganas en un año, divide los 700 entre los días que tiene un año comercial bancario que tiene 360 días, el resultado es el beneficio que ganarás cada día que tu dinero esté invertido ($1.94). Si seleccionas un periodo de 91 días, los intereses que ganarás son de $176.94 y al final tendrás $20,176.94.

Por lo tanto, a medida que inviertas una cantidad mayor de dinero durante un periodo de tiempo más amplio la institución te ofrecerá una tasa mayor y tus ahorros estarán mejor invertidos produciendo mayores intereses, de esa forma se producen los beneficios en una inversión de interés simple.

Piensa que ahorrar e invertir se ha convertido en uno de tus hábitos, y tu dinero comienza a crecer en una inversión inicial a otra, cada vez mayor, debido a la ganancia de intereses, si le aplicaras nuevamente la tasa por un periodo, ¿Qué crees que suceda? Observa lo siguiente:

Si tu inversión inicial es de $20,000 y sumas el interés simple, obtendrás $20,176.94, esta será la base de tu inversión. Si la multiplicas nuevamente por 3.5% para obtener el interés anual resulta de $706.19, dividiéndola entre 360 arroja un interés diario de $1.96, considerando el mismo periodo obtendrías un resultado de $178.36, al sumar a tu inversión inicial los nuevos intereses, tienes un total de $20,335.30. Si comparas el monto generado por el interés simple con el compuesto, notarás la pequeña diferencia que se presenta debido al interés compuesto.

Si te enfocas en lograr tus objetivos, utilizarás de forma más eficiente tú tiempo e invertirás tus ahorros para lograr un crecimiento. Al llevar a cabo estas formas de inversión generarás una cultura y después podrás invertir en tu hogar, en educación para tus hijos, en tu negocio o en tu retiro.


Fuente:
Fundación Carlos Slim – Programa de Educación Financiera.

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