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Seguro de daños agrícola y de animales

 

En nuestro país, la actividad primaria está compuesta por diversos subsectores tales como el agrícola, ganadero, pesquero, forestal, agroindustria, entre otros muchos, además de que, en función de la capacidad económica, los productores utilizan para el desarrollo de sus actividades diversas prácticas de producción, equipamiento y tecnología. Sin embargo, todas ellas están expuestas a un denominador común: los riesgos que afectan el ingreso de los productores, como los fenómenos meteorológicos (que se han incrementado por el cambio climático global) y el incremento en la volatilidad de los precios de los alimentos. Se puede decir que esta actividad, a diferencia de otras, está mucho más expuesta a diferentes tipos de riesgo, naturales o los causados por el hombre.

Como en cualquier sector, la situación de riesgo afecta en mayor medida a los productores que se desempeñan a pequeña o mediana escala y que, generalmente, carecen de instrumentos financieros para mitigar el impacto de dichos riesgos, por lo que su ocurrencia podría provocar que los productores más vulnerables, incluso, pierdan su patrimonio y el bienestar de los hogares rurales. 

Ante este inventario de riesgos, los productores enfrentan una gran incertidumbre en el resultado de sus operaciones, de ahí la relevancia de que cuenten con mecanismos de protección financiera, siendo el más importante de éstos el seguro. 

El seguro agropecuario es un mecanismo diseñado para dar continuidad a los procesos productivos derivados de factores no controlables por el agricultor, tales como el clima, plagas y enfermedades. 

De ahí que el Gobierno Federal cuenta con el programa de aseguramiento agropecuario, que contribuye al desarrollo del seguro y a la administración de riesgos de este sector, a través de la reducción del costo de las primas o cuotas que pagan los productores agropecuarios. 

Asimismo, los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), como parte de la banca de desarrollo que coordina la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, contribuye con la administración de riesgos de los productores prioritarios. 

FIRA tienen como objeto otorgar crédito, servicio de garantías, apoyos o subsidios, capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología a los sectores agropecuario, rural, forestal y pesquero del país, de forma directa y/o a través de los intermediarios financieros autorizados. 

Los seguros agropecuarios forman parte esencial de la estrategia de FIRA ya que representan un instrumento básico de mitigación de riesgos y coadyuvan en la reincorporación de los productores a su actividad en caso de la materialización de los riesgos a los que están expuestos. 

En este contexto, el seguro agropecuario, del cual existe una variada oferta, es un instrumento que conlleva importantes beneficios económicos y sociales, pues a un determinado costo, permite estabilizar el ingreso de los productores y reinsertase lo más pronto posible a la actividad productiva. 

Los seguros agropecuarios protegen cultivos anuales y perennes, así como especies en invernaderos y forestales. Las coberturas de un seguro agropecuario generalmente incluyen los siguientes riesgos: 

Climatológicos.

● Hidrometeorológicos.

● Temperatura.

● Precipitación.

 

Biológicos.

● Plagas.

● Enfermedades.

 

Riesgos antes de Nacencia.

Coberturas Adicionales.

● Riesgos de Mercado.

 

En el caso del seguro agrícola, el sector asegurador cuenta con todas las coberturas para todos los riesgos a nivel nacional, que se ofrecen a través de paquetes completos que cubren al menos los siguientes riesgos:

1. Climatológicos.

2. Biológicos.

3. Riesgos antes de la nacencia.

 

Con base en el esquema de aseguramiento requerido, se consideran y ordenan los riesgos anteriores, por lo que los paquetes dependen de la zona, cultivo y modalidad. La aceptación del riesgo está sujeta a las condiciones agronómicas, fitosanitarias del cultivo y a las condiciones climáticas existentes al momento de la suscripción. 

Se consideran riesgos climáticos y/o biológicos a la ocurrencia de aquellos fenómenos que afectan el rendimiento, la calidad y/o la supervivencia del cultivo en forma verificable y para cubrirse de estos riesgos, como se mencionó anteriormente, el productor dispone de una variada oferta de seguros agrícolas. 

Por otro lado, la oferta actual de seguros agropecuarios también se realiza a través de los fondos de aseguramiento de los propios productores, que brindan protección mutua y sin fines de lucro, es decir, no solo existen seguros individuales, sino también más amplios, como por ejemplo para los productores de naranjas, vid, tomate, maíz, entre otros muchos. 

Esto permite el desarrollo de productos específicos a las actividades de sus socios a menores costos, que en ocasiones no sólo permiten cubrir el monto del crédito que se otorgó para financiar el cultivo, sino también parte de la utilidad esperada que se perdió como resultado de un evento catastrófico. 

Así, por ejemplo, el 1 de enero de 2020 entraron en vigor las Reglas de Operación del Programa de Aseguramiento Agropecuario para el ejercicio fiscal 2020 que expidió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el cual cuenta con recursos por un monto 605.9 millones de pesos y que opera, administra, ejecuta y supervisa AGROASEMEX, S.A. 

Dicho Programa consta de dos componentes: Subsidio a la Prima del Seguro Agropecuario y Apoyo a Fondos de Aseguramiento Agropecuario, los cuales contribuyen al desarrollo del seguro, a la administración integral de riesgos del sector agropecuario y a generar certidumbre en la actividad agroalimentaria. 

AGROASEMEX, S.A. es una institución nacional de seguros con personalidad jurídica y patrimonio propio, que conforme a su objeto social desarrolla y opera instrumentos para la administración de riesgos agropecuarios, así como servicios de fomento, asesoría técnica y capacitación para la administración de dichos riesgos. Las operaciones de AGROASEMEX, S.A. se regulan, principalmente, por la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas, la Ley sobre el Contrato de Seguro, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y su Reglamento. 

Desde hace varios años, AGROASEMEX opera en el segundo piso (reaseguro) y en tareas de fomento. 

El Presupuesto del Componente de Subsidio dentro de las nuevas reglas de operación establecen que: Los recursos asignados a este Componente se aplicarán para operaciones con inicio de vigencia en el ejercicio 2020, considerando que: 17.5% aplicará al ramo ganadero y 82.5% para el ramo agrícola, dentro del cual, tendrá una distribución conforme a los siguientes porcentajes: 10% para el ciclo Otoño-Invierno 2019/2020, 53% para el ciclo Primavera-Verano 2020 y 37% para el ciclo Otoño-Invierno 2020/2021. 

En cuanto al importe de la prima emitida en lo que corresponde al seguro agrícola, al finalizar el año 2019, ésta sumo casi 2 mil 500 millones de pesos, destacando por su participación de mercado Protección Agropecuaria, Compañía de Seguros, S.A., la cual concentró el 68% del total, ya que es un producto muy especializado. 

Por su parte, el número de siniestros ocurridos y pólizas de seguro agrícola privado ascendió a 39 mil 025, concentrando el 77% Protección Asegurada y el 11.7% Mapfre México.

Fuente:
CONDUSEF, Diplomado en Seguros, Módulo 3, p. 18 – 21.

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