Protección
de datos.
Las empresas deben revisar deliberadamente qué servicios de blockchain atenderán sus necesidades, cuáles son las categorías de datos que recopilarán y que compartirán en la red de blockchain, así como el tratamiento que ésta tendrán.
Contratos.
Los usuarios y/o empresas deben
elegir el tipo de red pública o privada que les convenga para solicitarlo en
los contratos que establece blockchain, para que de esta forma, tengan mayor
control sobre el flujo de su información y quién accede a él.
Propiedad intelectual.
Quienes posean la propiedad
intelectual que sustenta una red de blockchain deberán usar los derechos de
autor, que la tecnología genera de forma automática, para proteger sus bases de
datos.
El principal desafío en cuanto al tema de regulación de blockchain es que cuando se establezcan normas, éstas aborden los aspectos que lo necesitan para garantizar la seguridad de todos los usuarios.
Fuente:Fundación Carlos Slim – Fundamentos de Blockchain.
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