Papel Comercial


La imposibilidad del sistema bancario mexicano de atender las demandas de crédito de las empresas a finales de la década de 1970 propició el nacimiento del mercado de papel comercial. De ese modo, el sector productivo pudo obtener dinero a un costo más bajo que la deuda bancaria y se liberaron recursos de los bancos para financiar a las empresas pequeñas y medianas.

Al principio, estas emisiones surgieron en un mercado no organizado, en el que las empresas y sus subsidiarias o afiliadas se prestaban dinero entre sí. También era frecuente que los accionistas financiaran temporalmente las necesidades de dinero de las empresas en las que participaban. Los bancos promovían estas operaciones entre sus clientes corporativos.

Ahora bien, debido a que las operaciones se concertaban en forma privada, en muchos casos sin documentos ni registros, el mercado se salió de control y le faltaba transparencia. Por tanto, las autoridades financieras tomaron medidas para organizarlo y regularlo, para darle transparencia y seguridad, con miras a atraer empresas e inversionistas.

El papel comercial es un instrumento de financiamiento e inversión representado por un pagaré a corto plazo, inscrito en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios, en la sección de valores, y que se cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores. Es emitido y operado por las sociedades mercantiles establecidas en el país. Son una fuente de financiamiento a corto plazo para apoyar el capital de trabajo de las sociedades.

Estos papeles se emiten con valor nominal de 100 pesos o sus múltiplos. La garantía depende de la capacidad financiera y crediticia de la empresa emisora. No hay un plazo mínimo, en tanto que el máximo es de 360 días, si bien por lo general oscila entre siete y 91 días. Este instrumento no genera intereses. Su rendimiento es producto del precio de compra bajo par y el precio de venta o valor de redención, que es el valor nominal en la fecha de vencimiento del pagaré que representa la emisión.

Se coloca mediante oferta pública para personas físicas o morales de cualquier nacionalidad. Debe ser liquidado el mismo día o 24 horas después de realizada la operación y requiere una calificación de alguna empresa calificadora de valores, como todos los instrumentos de deuda.

El papel comercial puede ser:

  • Quirografario: Cuando la garantía es la buena imagen de la empresa.
  • Indizado: Cuando se denomina en dólares estadounidenses y la empresa que lo emite recibe pesos que se actualizan de acuerdo con el tipo de cambio.
  • Avalado: Cuando alguna institución de crédito otorga su aval para cubrir el crédito en caso de que la empresa emisora no pague.

El cálculo del precio y de las operaciones es el mismo que en el caso de los CETES. Una diferencia clave entre el mercado de dinero y el mercado de capital es el plazo de los títulos. En el mercado de capital se operan títulos a mediano y largo plazos que de cualquier manera tienen buena liquidez, buen mercado secundario, pues en todo momento hay compradores y vendedores de estos títulos y se operan como si fuesen mercado de dinero. Otra diferencia es que alguno de estos títulos del mercado de capital representan capital de deuda (los instrumentos de deuda) y otros capital de aportación (las acciones). 

Fuente:
Eduardo Villegas Hernández & Rosa María Ortega Ochoa – Sistema Financiero de México, ed. Mc Graw Hill, p.166 – 167

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